- Todavía no confío en ti - dió a saber la señora Myoui con su rostro serio.

- Oh, emm. Está bien - le contestó la castaña. Sólo esperaba la confirmación para poder irse.

- Entonces no - le negó la mujer mientras volteaba algo en el sartén.

Ambas, la mujer y la joven, estaban hablando a solas en la cocina. Nayeon había llegado a la cocina con toda la valentia que reunió, para pedirle a su suegra si Mina podía ir a pasar uan noche a su casa, a ver una película junto a Dahyun o solo dormir, lo que se antoje en el momento.

Pero la señora Myoui, desconfiada al fin y al cabo, no le creía nada... o no quería que su hija fuera. Ambas muy probablemente.

- ¿Por qué no? - la voz desanimada de la castaña sonó pero aún firme pidiendo con sus ojos que le diga que sí. Mina también esperaba en su habitación limpiando esta.

La mujer la miró incrédula.

- Porque no confío en ti.

- ¿Y qué tiene? - lo mejor, era que Nayeon no se rendiría hasta que su novia rubia fuera a su casa a pasarla bien juntas.

- Pues si no confío en ti, no confío en que lleves a mi hija a tu casa - contestó obvia.

Mina desde la puerta observaba con una pequeña sonrisa el esfuerzo de su novia.

- Pero Mina confía en mí - la rubia escondida sonreía, claro que lo hacía y le gustaba que Nayeon lo supiera.

- Bien. ¿Quién estará? - Nayeon no estaba preparada para preguntas así que se quedó en silencio y, luego de segundos, sacudió la cabeza.

La señora Myoui podía parecer que las preguntas las tenía en la mente hace semanas.

- Mi padre y mi hermana.

- ¿Qué harán? - volvió con otra pregunta mientras revolvía lo que sería la cena. La señora Myoui en realidad si confiaba un poquito en Nayeon, pero poquito. Aunque le gustaba siempre que esta le tuviera miedo. Se divertía con eso.

- No tenemos planeado algo aunque una opción es ver una película - y siguió ahí mientras Mina suspiró para luego ir a su habitación.

Estaba guardando sus cosas, a ella le gustaba ir preparada con todo lo que se siente cómoda, incluso llevó una pequeña manta que le encantaba. Echó a su mochila un poco de dinero que le dió su padre, dos cambios de ropa; uno para dormir y otro para cambiarse al día siguiente e ir a una cita con Nayeon.

Su cepillo dental, crema que siempre su madre le pone en la cara pero tendrá que hacerlo ella sola ahora, zapatos, y pastillas que su padre insistió que llevara por si le dolía algo.

Podían preocuparse mucho por ella pero ¿y eso qué? Mina era la consentida aunque le duela a Kai pero lo es. Aunque lo oculta, le encanta serlo, más cuando también es consentida de su hermosa novia.

Iba a meter la computadora por si acaso pero no entró en la mochila por lo llena que estaba. Dejó la mochila en cama y se acostó para luego escuchar la puerta siendo abierta.

- Dijo que sí - una emocionada Nayeon llegó a solo treparse por el cuerpo de su novia dejando un beso en sus labios y abrazandola

- ¡Mi Yeonnie! Me alegra mucho. ¿Ya nos iremos o te quedas a cenar? No sé a qué hora llegara tu padre - el señor Im era el que iba a recogerlas para no tener que irse por la calle, ya había oscurecido y podía ser peligroso cualquier cosa por allí.

- Me mandó un mensaje que en diez minutos llega. En el camino pensó en comprar comida china o algo de comida rápida. No sé si quisieras comer y luego irnos - contestó escondiéndose en el cuello de su novia.

Mina sólo rió por las cosquillas que le causó la respiración de su novia, acariciando su cabello castaño y dándole un pequeño beso en su sien.

- Sólo le diré a mamá que comeré allá y podremos esperar a tu padre - dijo recibiendo en su cuello un beso de parte de la coreana - ¿Sólo estará Dahyun? Me había dicho que quería invitar a Chaeyoung.

- Realmente no lo sé... Pero le dije a tu madre que solo seremos tú, mi hermana, mi padre y yo, así que no menciones aquello por favor - Mina rió por el evidente miedo de su novia hacia la señora Myoui, y es que ella misma también lo tendría si no conociera que su madre era más calmada con ella por ser su hija.

Y es que sólo con ella ya que hasta con Kai era un poco más estricta, aunque Mina cree fielmente que es porque no quiere que Kai embarace a alguna chica por ahí, y como se dió cuenta que su hija menor no podría hacer algo así, la dejó ser más libre

Sigue protegiéndola pero no tanto como antes, ahora podía salir sólo avisando por un mensaje que lo haría y a qué hora aproximada llegaría.

- No te preocupes, no lo sabrá - aseguró sobresaltandose cuando sintió unas manos heladas directamente en la piel donde están sus costillas, pero se calmó cuando sólo era Nayeon abrazandola por abajo de la blusa.

- Mmh - asintió - Me gusta abrazarte. Te amo mucho, Minari - confesó levantándose solo para ver los labios fruncidos y las mejillas rosadas que tenía su novia - Mucho, mucho - agregó solo para ver y sentir como la japonesa se escondía rápidamente en su cuello, abrazandola.

- ¿Pe-Pero por qué lo dices tan de repente? - preguntó Mina con un tono agudo y avergonzado que solo hizo sonreír a Nayeon - También te amo mucho, Yeonnie - y la sonrisa de la coreana se agrandó más.

La mayor, totalmente feliz, la cargó un poco para balancear el cuerpo de Mina levemente de un lado a otro hasta hacerla reír y aferrarse a los hombros de su novia para que parara, ya que sentía que caería por el movimiento.

Nayeon miró directamente a la menor sólo para atraerla de las mejillas y darle un merecido beso que ambas correspondieron con vehemencia y una leve sonrisa.

Un claxon las sacó a las dos de sus atontamientos y Mina notó por la ventana que un auto había llegado a la casa, mientras que un hombre estaba allí afuera con el teléfono en mano.

En segundos un mensaje llegó a Nayeon, era de su padre, quien le decía que estaba afuera.

- ¡Vamonos, Yeonnie! - ¿y Nayeon cómo no aceptaría los pedidos de su linda novia?

. . .

A que nunca creyeron volver a verme, pues yo tampoco creí porque me he estado centrando en las historias que acabo de empezar pero ya estaré más al pendiente, pronto.